Injerto de Huesos
La regeneración ósea dental consiste en restaurar la calidad y el nivel de masa ósea perdida en la mandíbula. La técnica se utilizó por primera vez en implantología, con el objetivo final de colocar dientes artificiales. Los cirujanos orales seleccionarán la técnica más adecuada en función de las características del paciente.
¿Por qué se realiza?
Con el paso de los años, podemos sufrir una pérdida de masa ósea mandibular. Puede ser causada por diferentes causas como enfermedades como la periodontitis u osteoporosis, infección, atrofia o traumatismo, etc. A la hora de colocar los implantes es importante tener un buen tejido óseo para que permanezcan en la boca del paciente durante mucho tiempo. Por tanto, si perdemos tejido óseo, serán necesarias técnicas de regeneración ósea.
¿En qué consiste?
En un aspecto, la regeneración ósea dental mediante injertos óseos implica procedimientos quirúrgicos destinados a reemplazar el hueso perdido. El hueso trasplantado puede ser del mismo paciente, de un donante o de sustitutos óseos comercializados (de origen animal, vegetal o sintético), siempre que sean compatibles con el paciente.
Por otro lado, la tecnología de factores de crecimiento enriquecidos con plasma se basa en extraer sangre de los pacientes para obtener las proteínas que se encuentran en el plasma. Estos se aplican en el área con fines de regeneración.
Los factores de crecimiento estimulan la producción de vasos sanguíneos, la proliferación de células, previenen la proliferación bacteriana y regulan la inflamación. Mediante este procedimiento se puede regenerar hueso alrededor del implante, mejorando su consolidación. También ayuda a curar las heridas.
Soluciones
Actualmente, existen dos técnicas de regeneración ósea dentales:
Preguntas frecuentes sobre la Regeneración de Hueso Dental
Se realiza un labrado de la zona ósea para colocar un injerto de hueso. Este puede ser autólogo (procedente del hueso del propio paciente) o una mezcla de hueso sintético y hueso natural. Pasados unos 6 meses se comprueba que la zona está consolidada y tiene superficie suficiente como para proceder al implante.
¿Qué hacer cuando se desgasta el hueso de los dientes? ¿Qué podemos hacer para luchar contra estos problemas? Cepillado completo de los dientes y encías, cada vez que comamos. No vale, solo un par de veces al día. Uso de medidas complementarias: la utilización del hilo de seda dental o pequeños cepillos interdentales, por lo menos dos o tres veces al día.
Ante una pérdida ósea los dientes tenderán a inclinarse, rotar y moverse lo que originará un cambio en la oclusión. Este cambio además de alterar una correcta masticación podrá suponer una alteración y una patología en la ATM (articulación temporo-mandibular).
Una vez colocado el implante, el hueso del paciente deberá osteointegrar el implante dental en un plazo de 8 a 16 semanas. Pasado este tiempo es cuando se elaborará un diente nuevo y exclusivo para cada paciente anclado sobre el implante.
La pérdida del hueso que rodea los dientes es un fenómeno que se produce en muchos pacientes y que se conoce como reabsorción dental. En términos generales esta reabsorción se debe a la periodontitis o el uso de prótesis removibles, comúnmente llamadas “esqueléticos”
El cuerpo necesita los minerales calcio y fósforo para producir y mantener los huesos sanos. Siempre y cuando su cuerpo tenga un buen equilibrio de hueso nuevo y viejo, sus huesos permanecerán sanos y fuertes. La pérdida ósea se produce cuando se reabsorbe más hueso viejo que el hueso que se crea nuevo.